Hemos empezado Enero como el invierno manda, con una ola de frío que se nos quedan congelados hasta los pensamientos !!
Enero y Febrero son 2 meses muy fríos, de nevadas, lluvias y temperaturas que rozan o bajan del cero. Por eso, es tan importante comer alimentos de temporada, nos ayudarán a soportar mucho mejor la estación por la que estemos, y en este caso el invierno, necesitas calor ! En este post, os daremos unos consejitos para poder llevar mejor el frío de invernalia !! jejeje
Invierno
Del 21 de Diciembre al 20 de Marzo
No solemos elegir los alimentos que comemos según su naturaleza térmica. Pues bien, hay alimentos que enfrían, alimentos que refrescan, alimentos que calientan y alimentos que tienden a la neutralidad. Y además, la forma de prepararlos y otras variables también influyen en la cualidad térmica de los alimentos. Aprende estas sencillas pautas para poner más conciencia en la forma de elaborar los platos según la época del año o tu condición personal.

Alimentos que generan frío / alimentos que generan calor

Cuando nos comemos un plátano o un yogur en pleno invierno podemos sentir rápidamente una sensación de frío en nuestro interior. Pero si nos comemos un plato de verduras de raíz estofadas aderezado con jengibre, rápidamente sentiremos más calor e incluso comenzaremos a transpirar. Debido a la naturaleza térmica de cada alimento, que no está determinada por su temperatura real, éste provocará un efecto térmico diferente más intensificado tras su digestión creando reacciones químicas, hormonales y funcionales diferentes.

Una sabiduría de hace milenios: una de las claves es mantener nuestro cuerpo lo más «neutro» posible.

Las plantas y los seres vivos crecen y se desarrollan en un clima y condiciones ambientales determinados, y ello condiciona una serie de características físico-químicas que nos transmiten cuando las ingerimos. Las medicinas tradicionales más antiguas del planeta ofrecen una clasificación para poder utilizar los alimentos según su naturaleza térmica, que tiende a ser más fría o más calurosa o neutra. El ayurveda, la medicina tradicional china y la medicina tradicional persa utilizan un criterio similar como guía para saber qué es más adecuado comer según la constitución de la persona. Tales conocimientos se originan y fundamentan en la observación, la práctica y la experiencia del día a día durante miles de años. Este conocimiento nos ofrece una herramienta muy útil para poder aprender a combinar los alimentos para generar más equilibrio y nos ayuda a discernir qué alimentos nos convienen o no.

Comer lo que nos conviene

Si somos propensos a sentir a menudo frío en las extremidades, tenemos necesidad de taparnos y moqueamos con facilidad, desayunar yogur con plátano nos agravará el problema. Esto ocurre porque ambos alimentos tienen cualidades enfriadoras y generaremos más frío en nuestro interior. En cambio, si comenzamos el día con un porridge de avena con plátano cocido con un poco de canela, jengibre molido y cardamomo, todo ello acompañado de una infusión de anís estrellado con canela y unas gotas de jengibre fresco, contribuiremos a generar calor y por lo tanto, mejoraremos nuestro estado.

Factores que influyen en que un alimento sea enfriador o calorífico

También hay que tener en cuenta que el hecho de que un alimento genere calor o frío dependerá de varios factores:
  • La cocción del alimento: si cocinamos más tiempo el alimento y a fuego lento, si lo cocinamos en el horno, o si salteamos los alimentos y los combinamos con sal o aderezos como el miso o el shoyu, infundirán más calor que si elaboramos una ensalada, una cocción al vapor o una maceración con hierbas frescas y zumo de limón.
  • La masticación: el proceso de masticación es una forma natural que tenemos de calentar y predigerir bien los alimentos. Cuando tomamos alimentos fríos como por ejemplo un batido de frutas, si lo masticamos y lo ensalivamos bien lo estamos calentando y este, generará menos frío que si lo bebemos tal cual. En la medicina china se explica cómo el masticar de forma profusa los alimentos los carga de energía vital y los «yanginiza». Esto significa, explicado de forma simple, que masticando más y mejor los alimentos los calentamos, los convertimos en más digestivos, energizantes y alcalinos.
  • La parte de la planta o el animal que utilizamos: por ejemplo la parte verde del puerro o del rábano es más depurativa y refrescante que la zona que está más cerca de la raíz, que por el contrario es más calorífica.
  • Los alimentos que son de crecimiento más lento y crecen más cerca de la tierra aportan más calor (por ejemplo, un boniato o la calabaza) que los alimentos de crecimiento más rápido y que crecen más alejados de la tierra (por ejemplo, el tomate o el calabacín) que tienen una naturaleza más refrescante y son de crecimiento rápido.
  • Si el alimento es ecológico infunde más energía que si esta cargado de pesticidas y ha crecido más rápidamente de lo natural, con lo cual este último es más enfriador y menos energético.
  • Su efecto puede ser rápido, duradero y/o cambiante: el efecto térmico calorífico o enfriador puede ser de duración rápida o duradera. Es decir, hay alimentos que enfrían o calientan en un primer momento y al cabo de un rato, provocan el efecto contrario. El efecto más claro es el alcohol que a primera instancia calienta pero al cabo de un rato de haberlo ingerido, enfría. Los alimentos picantes como la pimienta, el chile o la pimienta de cayena calientan de forma más inmediata y rápida al principio, pero luego enfrían ya que el calor se difunde de dentro hacia fuera del cuerpo; o por el contrario encontramos el efecto del jengibre seco, que nos aporta un calor más interno y duradero.
  • Un extremo lleva al otro extremo: si tomamos alimentos extremos muy caloríficos o enfriadores pueden provocar el efecto opuesto. Por ejemplo, los chiles o las especias en general son caloríficas, pero si las tomamos en demasiada cantidad nos enfriarán a largo plazo.
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Hay alimentos que calientan más que otros: 1. Los de origen animal calientan más que los vegetales. 2. Los tubérculos (como las patatas, zanahorias y el boniato) son los que nos aportan más calor. 3. Los alimentos secos calientan más que los frescos (las legumbres más que las verduras frescas y los frutos secos más que la fruta fresca). Esto es porque cuanto más líquido contiene un alimento, más enfría. boniato asado Su preparación: – Sustituir la ensalada: Con las bajas temperaturas la ensalada fresca no es tan funcional para el entorno que nos envuelve pero es fácilmente reemplazable por unas verduras asadas, guisadas o al wok. La idea es no abandonar las verduras. Hornéalas con un poco de aceite de oliva, o en un guiso con salsa de tomate, etc. – Sopa casera: Tómala antes del plato principal. Te ayudará a saciar el apetito y a regular las porciones de tus otros platos. Para que sea una opción saludable es importante hacerla en casa ya que la sopa instantánea contiene muchos aditivos perjudiciales. Puede ser de zanahoria, de tomate o de cualquier verdura. Puedes incluso agregarle semillas como calabaza o sésamo para hacerla más nutritiva. – Frutas: Los cítricos de la temporada son ricos en vitaminas y antioxidantes. Algunos ejemplos son el kiwi, la naranja, la mandarina y el pomelo. Tal como pasa con las ensaladas, comer frutas frescas en invierno no es muy atractivo. Pero estas frutas te ayudarán a mejorar tu sistema inmunológico. Intenta preparar recetas que impliquen hornearlas pero sin perder lo saludable como por ejemplo: una manzana al horno con canela, stevia y 2 cucharadas de nueces. – Especias que calientan el cuerpo: Hay algunas que tienen efecto de calor y otras son refrescantes. En invierno las mejores especias a elegir son: la cúrcuma, el cardamomo, la vainilla y la canela. También la pimienta, el chile en polvo y el clavo ayudan a elevar la temperatura del cuerpo mientras sazonan los alimentos en esta época. Durante los meses de invierno, es básico el consumo de alimentos sanos para aumentar las defensas y fortalecer el sistema inmunológico de nuestro organismo. Con esto evitamos tener una mayor predisposición a padecer enfermedades como la gripe o los resfriados. Además de ayudar a nuestra salud estos alimentos nos harán sentir menos frío y disfrutar de esta época de una manera agradable, saludable y muy sabrosa.  
Tamara Lloret
Directora de Naturtek.

Creando armonía en la cocina: cómo combinar los alimentos

Combinar bien los alimentos nos permite adaptarnos a nuestro entorno, como por ejemplo en el cambio de estación del verano al otoño tender a comer alimentos que aumenten nuestro calor interno nos facilitará el hacer frente a las bajadas de temperatura del invierno. Todo ello no significa que debamos hacer una lista de los alimentos que nos convienen y tachar todo el resto, sino que la gracia está en saber combinar según el momento y  preparar los alimentos de forma favorecedora en función de cómo nos sentimos. Explicado de forma simple, si estamos preparando una comida con cualidades enfriadoras, podemos incluir toques de especias o ingredientes calentadores, y si por el contrario, estamos preparando alimentos muy calentadores por naturaleza, utilizaremos para complementar hierbas frescas o alimentos refrescantes para equilibrarlo, de este modo crearemos un plato más equilibrado y digestivo.

Ejemplos de como contrarrestar el efecto térmico de los alimentos

  • Frutas: podemos calentar las frutas cocinándolas con especias como la canela o el clavo, podemos cocerlas ligeramente al vapor o simplemente dejarlas macerar en un poco de sal marina o jengibre fresco. Por ejemplo, unas peras cocidas al vapor con clavo y canela y aderezadas con zumo de jengibre crearán un efecto cálido.
  • Lácteos: los lácteos frescos como el yogur si los acompañamos de especias calentadoras, una pizca de sal, una cucharadita de melaza malteada, serán más digestivos. A modo de ejemplo, un yogur a temperatura ambiente con una pizca de sal, con cardamomo molido y jengibre seco, batido con un poco de agua será un alimento menos enfriador. En cambio un queso maduro estará bien acompañarlo en la misma comida de hojas verdes frescas, apio, rabanito o chucrut para ayudar a digerirlo mejor.
  • Leches vegetales: son menos enfriadoras si les añadimos especias como la canela, la pimienta, el cardamomo, un poco de sal, el cacao, el jengibre. Y si son de elaboración casera y las dejamos reposar un rato o unas horas antes de tomarlas comienzan a fermentar y se vuelven más digestivas.
  • Alimentos que generan calor como las carnes o el pescado graso, si los acompañamos de hierbas frescas como la menta, el cilantro o el eneldo fresco y jugo de limón y/o jengibre, serán más digestivos.
  • Las frituras acompañadas de nabo o rábano rallado son mucho más digestivas.
  • Las ensaladas prensadas con sal o maceradas son más digestivas y no tan frías. Los aliños a base de miso, shoyu, umeboshi, alcaparras, mostaza las convierten en menos enfriadoras.
  • El tomate deshidratado es menos enfriador que el tomate fresco.
  • Las cremas de verduras como la zanahoria, la chirivía, el boniato o la calabaza, si las combinamos con verduras más ligeras como el apio, el nabo, la rúcula, los canónigos o los germinados serán más fáciles de digerir y estarán mejor equilibradas.
  • El huevo salteado con verduras frescas o setas como el apio, el pepino o los champiñones adquiere un efecto más ligero.
  • Saltear las verduras con puerro, ajo tierno o aderezarlas con cebollino picado les confiere un efecto más calentador.
  • Tomar los zumos o los batidos con especies calentadoras como el cardamomo o la canela, un trozo de jengibre fresco y el hecho de ensalivarlos bien cuando los tomamos, los volverá menos enfriadores.
  • Tomar las sopas o estofados con un puñado de hierbas frescas como la menta, el cilantro y unas gotas de zumo de limón contrarresta su efecto calorífico.
  • El tofu es muy frío en si mismo, pero si lo cocinamos unos 20-30 min yo/o lo maceramos con miso, shoyu, ajo o lo freímos, cambiaremos su naturaleza original sumamente enfriadora.
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¿Qué es la dieta Keto?

La dieta cetogénica, conocida como “dieta keto” por su abreviación del inglés “ketogenic diet” se trata de una dieta que prioriza la grasa como nutriente, modera la ingesta de proteína y reduce los carbohidratos al mínimo con el fin de activar la ruta metabólica de la cetosis, o la obtención de energía a partir de las grasas. Para ello, el cuerpo produce unas sustancias llamadas “cetonas”, que puede usar en lugar de la glucosa para producir energía.

 

¿Sabes cómo y cuándo surgió esta dieta?

La dieta cetogénica fue originalmente propuesta como tratamiento para la epilepsia infantil. Fue en 1911 en París cuando se dieron cuenta de los beneficios de la inanición para tratar la epilepsia. Dos médicos observaron que seguido de un periodo sin comer, los pacientes sufrían convulsiones menos severas. En 1921, el Dr. Rollin Woodyatt concluyó que las rutas metabólicas que se activaban durante la inanición eran las mismas que se activaban al seguir una dieta baja en carbohidratos. En este mismo periodo el Dr. Russell Wilder planteó por primera vez el término “dieta cetogénica” para describir una dieta baja en carbohidratos que activara las rutas metabólicas del ayuno, o cetonemia.

Al continuar desarrollándose fármacos antiepilépticos más eficaces, la dieta cetogénica quedó en segundo plano, y no se volvió a hablar de la cetosis hasta los años 70 que retomó el concepto el Dr. Robert Atkins, pero esta vez como herramienta para perder peso. A lo largo de las últimas décadas, se ha continuado investigando la eficacia de las dietas bajas en carbohidratos en ayudar a pacientes bajas de peso y mejorar la progresión de enfermedades crónicas.

¿Cómo puede beneficiar seguir una dieta cetogénica?

Como hemos mencionado en el párrafo anterior, la dieta cetogénica comenzó como un tratamiento para la epilepsia infantil, y de hecho se ha seguido investigando sus efectos tanto en niños, adolescentes como en adultos, llegándose a establecer como un tratamiento no farmacológico habitual. La dieta cetogénica muestra efectos positivos al reducir la frecuencia de los ataques epilépticos, así como mejoras en cognición y comportamiento. Además, la dieta cetogénica muestra otros beneficios potenciales, como son:

  • Pérdida de peso más efectiva que continua a largo plazo también
  • Reduce el azúcar en sangre y la hemoglobina glicosilada en diabéticos
  • Mejora de la salud cardiovascular al aumentar los niveles de colesterol “bueno” HDL y reducir los niveles de triglicéridos
  • Potencial tratamiento/prevención en enfermedades neurodegenerativas como Parkinson o Alzheimer
  • Reducción del apetito, al tener menos picos de insulina
  • Reducción de inflamación
  • Disminuir el síndrome metabólico, al reducir la grasa abdominal, la hipertensión y mejorar los lípidos en sangre

Dieta Keto «Limpia vs. Ensucia»

Mucha gente empieza la dieta keto con consejos nutricionales de influencers o lo que encuentran en internet. Para simplificar el proceso, sugieren que siempre que te centres en cuadrar los macros, puedes comer lo que quieras. Esto incluye procesados, carnes procesadas, aceites vegetales refinados de mala calidad, snacks cargados de aditivos y mucho edulcorante, en definitiva alimentos que pueden desencadenar deficiencias nutricionales y desequilibrios a largo plazo, además de inflamación crónica y otras enfermedades. A este tipo de alimentación perezosa se le llama “Keto Sucia”.

La dieta keto “limpia” no solo prioriza el consumo de grasas saludables de buena calidad, de consumir cantidades moderadas de proteínas y muy pocos carbohidratos para inducir un estado de cetosis, si no que también asegura el aporte de micronutrientes y antioxidantes provenientes de alimentos frescos, naturales y de buena calidad. De esta forma, no solo nos centramos únicamente en el aspecto metabólico de esta dieta (inducir la cetosis), si no en mejorar la salud digestiva, el equilibrio de la microbiota intestinal y la salud en general.

 
 
 
Tamara Lloret
Directora de Naturtek.

Ventajas de añadir el ayuno a tu dieta Keto

Combinar la dieta cetogénica con el ayuno intermitente puede proporcionar una serie de beneficios adicionales, que incluyen:

  • Facilitar la quema de grasas (acelerar la entrada y permanencia en estado de cetosis)
  • Disminuir los niveles de insulina y la resistencia a la insulina, previniendo la diabetes tipo 2
  • Niveles estables de energía al reducir los picos de insulina
  • Claridad mental y enfoque, al usar el cerebro cetonas como principal fuente de energía
  • Aumentar la salud neuronal y la neuroplasticidad (el ayuno eleva los niveles de BDNF, una sustancia química que promueve estos procesos)
  • Regulación del apetito y la saciedad, al regular las hormonas que controlan estos procesos
  • Reducción de la inflamación
  • Limpieza de las células del cuerpo al promover la autofagia
  • Gestión del peso

Errores Comunes

Entrar en un estado de cetosis, sin haber practicado la dieta keto nunca antes, puede costar un poco al principio. Uno de los errores más comunes es no cuadrar bien las macros, por ejemplo consumir proteínas en exceso. También suele costar consumir suficiente grasa de diversos alimentos, no contar los carbohidratos ocultos en alimentos procesados, la descompensación de electrolitos al perder mucha agua rápidamente y no beber suficiente agua a lo largo del día. Es importante estar bien informado, tener paciencia con la transición, planificar bien las comidas y organizarnos en la cocina, mantenernos constantes y tener siempre en mente los objetivos que nos hayamos planteado.

https://www.ilae.org/patient-care/dieta-cetog-nica/conceptos-b-sicos

https://www.healthline.com/nutrition/clean-keto#clean-keto-foods